lunes, 17 de marzo de 2008
La pizera
La Bety prende el faso aunque los pulmones no le den más. Pero como ahora no está al lado del horno, el humo le entra como un vientito mañanero. Tiene que comer algo del local. Está asqueada de la muzzarella (cremoso de 5 pesos) entonces le pega un buen mordisco a la hamburguesa con mayonesa y un poquito de mostaza que le preparó la Susi. No se limpia las migas de la boca, da un par de secas más, se acomoda las tetas transpiradas y se mete de nuevo a los cuatro metros de cocina a respirar fuego y espolvorear orégano. Tiene muchas ganas de coger en una pileta.
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