Se adivina con mirarte que no te han querido bien,
lo sabe el tango y ahora comprendo yo,
que tantos años de olvido a nadie le hacen bien.
Tus ojos opacos secan mi aliento,
no cuelan sentimienos, nunca ni hoy.
Tus labios corrugados palabras degollan,
ideas desnudan y vuelven a guardar.
Tus cabellos plateados no juegan entre sí,
se extrañan distantes cada vez más.
Tus piernas enclenques rascan el piso,
que mañana como ayer vas a limpiar.
Tus frágiles oídos molestia perciben,
difícil el sueño hoy has de conciliar.
Tus manos violentas ademanes orquestan,
pero no pueden tu odio calmar.
Tus llamados telefónicos mi fiesta recorren,
a las 4 am llamados no se atienden.
Tus timbrazos intrusos mi música arruinan,
acompañar un tunga tunga nunca jamás.
Tu voz chilla y la gente se enoja,
injurias traspasan el aire con humo de color.
Se nota con mirarte que no te han querido bien,
y entiendo tu mensaje vieja y chota vecina,
pero no intentes esta noche cagarme la vida.
Salud.
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